Libertad
Las personas somos libres:
podemos pensar y actuar según nuestros criterios y deseos… dentro de ciertos límites.
Así, no puedes salir volando con solo batir los brazos por mucho que lo desees.
Por la misma razón, nadie
puede forzarte a amar a
una persona concreta.
Podrían decirte: «Es obligatorio
que ames a tu compañera de clase», pero no por eso conseguirías amarla. Tiene que
salir de ti.
¿Y podemos obligar a que nos amen?
Tampoco. Pero sí podemos
despertar en otras personas el deseo de amarnos: así sucede cuando somos afectuosos
o cuando actuamos con
bondad.
Cuando amas a alguien, te
esfuerzas por su bienestar; eso requiere voluntad.
¿Una visita a los rincones? ¡Venid conmigo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.